Psicoterapia humanista

Entendemos la psicoterapia desde una mirada humanista, cómo un proceso mediante el que se ayuda a la persona a conocer el funcionamiento de su propia mente, con su idiosincrasia particular; es decir, con sus patrones de comportamiento, pensamiento y emociones (tanto los evidentes cómo los que no lo son), aprendidos a lo largo de una historia de vida, para que cada uno pueda responsabilizarse de sí mismo, y de sus decisiones. Las actitudes desde las que se trabaja son: el no juicio, la aceptación incondicional y la congruencia entre lo que se dice, piensa y hace. Más que juzgar se trata de comprender ampliamente desde lo experiencial, y no a través de intelectualizaciones o esquemas, despertando así la consciencia y el discernimiento de cada persona.

El terapeuta es una persona más, que ha realizado su propio proceso terapéutico y que sigue actualizándose, y debido a ello puede acompañar a otros en su proceso, aportando cierta guía y claridad, promoviendo la autonomía de la persona y facilitando el contacto con sus propios recursos y sabiduría organísmica.

"Lo que soy bastaría si lo fuera abiertamente"

Carl Rogers